
No salvo de mí ni una parte
Vendí mi alma al diablo
por un regreso que no llegó nunca.
Me jugué hasta la camisa
en la última mano de poker
Caminé desnuda serpenteando calles.
Perseguí una sombra que envolvía la noche.
Insulté a la luna por no querer escuchar.
Me morí cien veces para no sentirme.
Engullí el veneno que salpica la razón.
Me vacié entera .
Y ahora.
No salvo de mí ni una parte.
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